En cada detalle, cada avance y cada desafío en nuestra vida como seres individuales y como especie, la ciencia y la tecnología están actualmente más presentes que nunca antes en la historia. Los saltos son mayores, y los cambios, más acelerados. La ciencia y la cultura científica, la innovación, son hoy, más que de una élite, asunto de toda la sociedad, claves para situarnos en el mundo y comprender dónde estamos y hacia dónde vamos.

De lo microscópico a lo macro, de lo lejano más allá de la frontera terrestre a lo cercano y más cotidiano y aparentemente insignificante y hasta nuestro interior; de lo objetivo y palpable, lo físico, lo químico, lo biológico, a lo subjetivo, la psiquis, las ideas y modos de hacer; de lo imprescindible a lo que, incluso, muchos consideran superfluo…

De la agricultura, la medicina y la calidad de vida, la energía y la movilidad al entretenimiento, el aprendizaje, el empleo y las relaciones humanas, la comunicación, la economía y la política (porque es imprescindible en política gestionar muy al tanto de y empleando las herramientas y oportunidades que ofrece la ciencia). Y algo que lo engloba todo: la sostenibilidad, la conservación de la (nuestra) naturaleza para asegurar el futuro de la humanidad en un momento de graves riesgos para su supervivencia.

Nos vamos familiarizando, o descubriendo a diario en nuestro móvil de millones de transistores en su pequeño procesador (en cuya tecnología, de paso, se expresan fenómenos, estructuras, escalas o ramas de la física como la cuántica, la miniaturización, la nanotecnología y los nanosistemas) términos como cuarta revolución industrial, sistemas ciberfísicos, biónica, edición genética, geoingeniería, exoplanetas, código cerebral, inteligencia artificial, metaverso, realidad aumentada, internet de las cosas y bots conversacionales que pudieran convertirse en nuestros asistentes…

Es una revolución científica y tecnológica que avanza aceleradamente en todos los frentes de la existencia humana y cambia los modos en que vivimos, producimos, nos relacionamos, consumimos, nos alimentamos, trabajamos y asimilamos la realidad… En parte importante, mira a las necesidades más acuciantes de la humanidad (desde alimentación y medioambiente a virus y enfermedades crónicas y emergentes, incluidos los ODS de la ONU).

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