4 741 fallecidos y 15 898 heridos han causado los ataques israelíes en la Franja de Gaza hasta este lunes. Según reportes, durante la noche ocurrieron los ataques más violentos desde el pasado 7 de octubre. Gaza llegó a una crisis humanitaria por el corte de energía, el agotamiento de equipos médicos y falta de medicamentos que obliga a realizar cirugías sin anestesia.
De acuerdo con medios locales, durante la noche ocurrieron los ataques más violentos desde el pasado 7 de octubre, cuando comenzó la operación Diluvio de Al Aqsa por parte de la resistencia palestina.
Al este de la ciudad, en el barrio de Al-Zaytoun, fueron bombardeadas cuatro viviendas provocando numerosas víctimas. El norte del territorio también fue testigo de violentas andanadas de artillería, barcos militares y aviones de combate.
Otro de los objetivos fue el campamento de Al-Bureij en el centro de la Franja, donde, según el corresponsal de Al Mayadeen, aeronaves israelíes arremetieron contra viviendas pobladas en ese campo y el de Al-Nuseirat.
También, hubo acciones muy violentas al norte de Jabalia contra un campo de refugiados en el área de Al-Ternis. Al hospital de Shouhada Al-Aqsa llegaron un gran número de fallecidos, incluidos niños.
El director de medios de la Media Luna Roja Palestina decía que el ejército amenazaba con bombardear el hospital de Al-Quds en cualquier momento y luego sus alrededores.
Una nueva incursión ocurrió en el barrio Sheikh Radwan, y a su vez en las proximidades del complejo médico de Al-Shifa, donde murieron varias personas, y otras muchas resultaron heridas.
En las estadísticas de fallecidos de la Franja de Gaza este domingo hay 57 mártires en Rafah, 44 en Khan Yunis, 168 en la región central, 66 en la ciudad de Gaza y 44 en el norte.
El Ministerio de Salud palestino afirmó que al no haber combustible en los hospitales podrían perder la vida 140 heridos y pacientes bajo respiradores artificiales.
La Franja de Gaza llegó a una crisis humanitaria por el corte de energía, el agotamiento de los equipos médicos y la falta de medicamentos que ha obligado a realizar operaciones quirúrgicas sin anestesia.